Teoría de la Estupidez
“Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana; y no estoy seguro de lo primero. Albert Einstein
Existen diversas
teorías, reflexiones y conclusiones en torno a la estupidez “humana”, según
algunos filósofos, psicólogos y sociólogos, con quienes no concuerdo, puesto
que, en principio, los animales no podrían cometer estupideces, ya que su
comportamiento responde a instintos, a aprendizaje de estímulos y respuestas, y
en algunos casos, formas básicas de inteligencia y memoria. ¿Conclusión? La
estupidez solo puede humana.
Muchos
individuos toman decisiones equivocadas, según varios autores, porque no
reconocen los límites de su conocimiento o habilidades. Se trata de sujetos muy
poco capacitados que sienten tener una gran confianza en sus juicios
absolutamente irracionales. Una de las consecuencias sociales de lo anterior,
la encontramos cuando un electorado ignorante concurre a las urnas movido por
emociones sin medir las consecuencias de su voto.
La
estupidez colectiva explica cómo los grupos pueden tomar decisiones estúpidas,
incluso si están formados por individuos inteligentes, pero impulsados por una presión
social que puede provocar resultados irracionales, tal y como ocurrió en la
Alemania nazi, en donde una sociedad consintió atrocidades debido a una
obediencia ciega, al conformismo y a la desinformación. Hoy en día, las redes
sociales comprueban cómo la desinformación y la polarización amplifican la
estupidez colectiva con las fake news y las teorías conspirativas.
¡Claro que la estupidez es una eficiente herramienta de poder utilizada por las élites para controlar o manipular a las masas! En México, los sistemas de salud están quebrados, no hay medicamentos, la educación nacional se encuentra severamente dañada, se endeuda criminalmente al país, se dispara el número de pobres, decrecen los empleos, se congela la inversión, se da una monstruosa fuga de capitales, el narco domina más de la mitad del país, la corrupción constituye un insulto público para los contribuyentes, la inseguridad pública es una tragedia cotidiana, mueren más de un millón de mexicanos asesinados o desaparecidos o víctimas de la pandemia y se desperdician perversamente los ahorros de la nación y, sin embargo, los líderes políticos alcanzan niveles inimaginables de popularidad. ¿Estupidez o no?
Como
bien dice Ortega y Gasset: el individuo promedio, al no cuestionar, contribuye
a la mediocridad general, por ello, los líderes carismáticos pueden explotar la
falta de pensamiento crítico de las masas, manipulándolas para cumplir sus
intereses, como ocurre en regímenes autoritarios o populistas. Si AMLO y
Sheinbaum llegaron al poder fue en razón de la falta de pensamiento crítico de
las masas.
Después
de la catastrófica gestión de AMLO, los electores le otorgaron a Sheinbaum la
mayoría absoluta en el congreso y las pandillas morenistas lograron hacerse de
la mayoría calificada chantajeando a autoridades o por medio de
interpretaciones inadmisibles de la legislación, ante las cuales, una nación
estúpida nunca protestó y aceptó sumisamente la pena de muerte de nuestra
democracia.
Muchas
personas prefieren ignorar la información incómoda o compleja, cayendo en
comportamientos irracionales. Millones de mexicanos son capaces de votar por
una dictadura mientras le sigan regalando 5,000 pesos mensuales o más, aunque no
haya vacunas o medicamentos contra el cáncer para su hijos menores, entre otros
daños mayores.
Nietzsche
consideraba que la estupidez era una característica inherente al ser humano,
producto del conformismo y la falta de voluntad para explorar ideas más profundas,
en tanto Bonhoeffer consideraba a la estupidez como un fenómeno más peligroso
que la maldad, ya que los estúpidos actúan sin reflexionar, lo que los hace más
manipulables y dañinos.
La
estupidez colectiva es un fenómeno complejo que combina factores psicológicos,
sociales y culturales, misma que debe ser combatida por medio de la educación,
la diversidad de ideas y el pensamiento crítico para mitigar su impacto.
Los individuos, al formar parte de una
multitud, pierden su sentido de responsabilidad personal. Su capacidad crítica
es sustituida por emociones que se contagian fácilmente entre las masas. Éstas
toman decisiones impulsivas y poco razonadas, como el hecho de haberle
entregado a ciegas, el poder total, absoluto, a la 4T para hacer del país lo
que le venga en gana. He ahí una prueba irrefutable de la estupidez mexicana. A
los hechos.